Para atrapar un sueño, es preciso ir más allá de lo seguro. Asumir un riesgo con audacia.
Disney a lo largo de la gestión, tuvo la audacia de enfrentarse a retos, de arriesgarse y tuvo la audacia de sobresalir, al hacer cosas que al parecer no iban a dar resultado, pero que gracias a la persistencia dieron enormes resultados.
La experiencia de Disney ilustra el modo en el que una empresa que pretenda asumir riesgos calculados puede avanzar en el nivel de desarrollo de un producto o un servicio y en el proceso recoger múltiples beneficios.
A Disney lo conocían como un amante del riesgo, su hermano lo calificaba como alocado o extravagante; pero Disney sabia la clave era no aceptar los limites convencionales cuando se trataba de trabajo.
Deben asumir ciertos riesgos si se desea que una empresa alcance su máximo nivel de rendimiento. El riesgo a cambiar a menudo frena el avance de una empresa hasta que se ve obligado a tomar una decisión.
Uno de los mayores éxitos de la empresa Walt ha sido las tiendas Disney.
Bases bien fundamentadas dan buen resultado aun con la ausencia de su líder. Cuando Disney murió en 1966 la empresa bajo su rendimiento hasta llegar a tener disminuciones de sus ingresos, del 18% en 1982, pero al asumir dos personas el liderazgo en 1984 Michael Eisner y Frank Wells, quienes conocían los objetivos y modos de llevar la empresa, recuperaron la balanza económica de la empresa. Eisner y Wells se las arreglaron para duplicar los beneficios de Disney en un plazo de dos años. El dúo había vuelto hacer de Disney una empresa con audacia para alcanzar la excelencia.